Por: JIBS
A veces los símbolos hablan más fuerte que los discursos. Y este martes, la Universidad del Atlántico habló con fuerza. Lo hizo a través de su gente, de sus trabajadores, sus docentes, sus estudiantes y su administración. Lo hizo desde el corazón mismo de su institucionalidad.
La jornada simbólica convocada por SINTRADEUA no fue solo un acto de respaldo. Fue una afirmación colectiva de que nuestra universidad no está sola, no está fragmentada y no está a la deriva. Fue la demostración de que, cuando la dignidad está en juego, los verdaderos defensores de lo público se reconocen, se alinean y actúan.
Porque defender la Universidad del Atlántico no es un acto heroico ni coyuntural: es una obligación ética con la historia, con el presente y con las generaciones futuras.
El respaldo del sindicato, de la administración universitaria y del rector no fue producto de conveniencias políticas, sino de un principio superior: la autonomía universitaria no se negocia, se ejerce con responsabilidad y se protege con firmeza.
En tiempos donde abundan las desinformaciones, los ataques interesados y las lecturas superficiales de la realidad universitaria, esta jornada fue una respuesta sobria y contundente. SINTRADEUA no habló con estridencia, sino con presencia. No convocó para dividir, sino para reunir. No agitó pasiones, sino convicciones.
Lo dijimos en voz alta, con claridad y sin rodeos:
“Estamos aquí para respaldar con dignidad a la Universidad del Atlántico, su institucionalidad y su autonomía. Hoy más que nunca necesitamos una universidad fuerte, pública y unida.”
Frente a los rumores, frente a las lecturas malintencionadas y frente a quienes buscan generar fracturas internas, respondemos con unidad, con institucionalidad y con la fuerza tranquila de quienes sí conocen y sí aman esta universidad.
La Universidad del Atlántico no se vende, no se entrega, y mucho menos se utiliza como plataforma para intereses externos. Aquí seguimos construyendo una universidad pública que piensa, que debate, que se transforma y que no le teme a los desafíos porque cuenta con su gente.
Desde SINTRADEUA reafirmamos que estaremos siempre del lado de la verdad, del diálogo y del respeto. No por cálculo. Por principio.
Porque quienes caminamos por sus pasillos, enseñamos en sus aulas, trabajamos en sus dependencias y la defendemos cada día, sabemos que la Universidad del Atlántico no se defiende con gritos ni con ataques.
Se defiende con ideas, con unión y con dignidad.
