UNA ACLARACION NECESARIA

Por Jairo Soto Molina

Creo que en la universidad muchos  observadores han percibido que no me he pronunciado últimamente en torno a los problemas referentes a la Universidad del Atlántico, la razón está  que desafortunadamente en nuestra Alma mater no existe una conciencia para la deliberación de los discursos que le aportan al debate para hacer de la Universidad un escenario de debate que dinamice su devenir. Hay personas que no defienden causas y su discurso es el silencio o la simple aceptación o el apoyo distante porque no son capaces de defender ni sus propias cusas por temor a la reacción y al deseo de “estar bien con todo el mundo”. Incluso cuando alguien tiene un problema nos lo comenta como si fuéramos el procurador de los silenciados por si mismos para no perder en el confort en la universidad y otros por su actitud tartufa frente a la administración.

La razón la he hallado en el  libro de (Taylor, 1994); “La ética de la autenticidad”, en el cual identifica estos problemas en la ruptura del hombre con su propia esencia, es decir con los principios sociales y morales que determinan su relación con el mundo, y en la subjetividad del debate que rige los aspectos más básicos de la vida humana. Y eso que Taylor no ha leído los famosos pasquines que ciertos cretinos usan para poner en boca de otros lo que no se atreven a decir con su pluma. Buscan marcas formales de un discurso del vacile que hemos usado para asemejar  a ciertas secretarias que tienen más veneno que las serpientes halladas en la rectoría y que jocosamente llámanos  el abrazo de la serpiente, este y otro termino que hemos hecho popular en la contradicción sana con el profesor Rafael Castillo: Querías salsa to to to to ma salsa y en un discurso muy creativo denunciábamos lo que ha nuestro parecer no era propio de una administración con el discurso musical.

Frente a lo señalado en el pasquín aclaro a petición de verdaderos amigos que tengo, que me han visitado o escrito por Facebook  wasap o correo electrónico o con mucha prevención y prudencia me lo manifiestan en la universidad al verme venir hacia ellos. Primero con el señor Jorge Marum me ha unido una amistad y sus relaciones políticas no me mortifican en lo más mínimo. A los señores Rugero Ramos y Hernando Mercado, Jorge Restrepo ni siquiera les conozco y no me consta lo que se dice de ellos. Leyton es amigo personal mío y lo he apoyado sugiriéndole a muchos amigos egresados votar por el en los eventos electorales en lo que ha participado y lo seguiré haciendo si no varía esa amistad sincera. Siempre he tenido un trato respetuoso con la abogada Lena Rodelo, la química farmacéutica Clara Fay, Farrah Cañavera, la señora María Eugenia Córdoba. Con Antonio Vallejo y Miguel caro me unen una gran amistad, principalmente con el primero con quien tuve fortuna de ser profesor de su hijo y conozco a su distinguida familia y es hombre de buenos modales. Con el profesor Gaspar Hernández me ha unido una gran amistad y al igual que la Dra. Rafaela y su esposo el economista Félix Álvarez así mismo hemos tenido una amistad sincera y solo me he disgustado con los dos primero porque pienso que la alta dirección no puede ser indiferente o no tome decisiones o las rectifique cuando las pésimas decisiones de un decano torpe y que no merece para mí sino solo un respeto al cargo más no a la persona. Ya que su vida ha sido  un fiasco y es un ser sin ideas. Con Gaspar ha sido de los pocos profesores con quien he intercambiado ideas acerca de libros y apreciaciones intelectuales. Pero que la molestia por una decisión no lleva a difamarlos y vilipendiarlos en la forma que se hace en el pasquín que con poco ingenio se me quiere indilgar. Yo soy afiliado a Sintradeua, por tal motivo lo señalado a ese sindicato es falso y yo me asocié por ejercer el derecho preferente en relación a mi derecho de asociación. Con el Dr. Gonzalo Lizarazo también me ha unido una amistad sincera y lo he considerado como uno de los funcionarios con más suficiencia moral y ética.

Al parecer apareció otro panfleto dedicado a Félix Álvarez, con quien he coincidido más en las veces que en las que no y él y yo hemos sabido respetar las no coincidencias. Frente a sindicaciones que se hacen falsas de su persona y actividades de él no son de mi conocimiento. A Félix ni siquiera le reclamé cuando ejerció las funciones de vice académico en 1993 cuando nombraron a un profesor sin los requisitos que yo tenía y que una tutela decidió que se nombrara a mi en su reemplazo y el Dr. Falco lo hizo salomónicamente nombrando a los dos al profesor como tiempo completo y a mí como tiempo parcial , aquel profesor solo trabajó un semestre en la universidad y después fue injustamente despedido. Solo hasta el día de hoy hago alusión a este hecho. No puedo hacer señalamientos a nadie porque he compartido con personas de pensamiento diferente e ideologías utópicas de cambio social y político y porque estoy convencido que a pesar de los diálogos de paz en este país es peligroso señalar a alguien como subversivo. Aun no hay cultura para ello. Con Neil Torres he tenido una amistad sincera y su hermano Giovanny Torres (q.e,p.d.) me unió una amistad fraterna y entrañable y lo quise como a un hermano y que su ausencia aun la siento por lo que me aportó como colega amigo y compañero tanto en la universidad como cuando estuve vinculado al magisterio del Departamento del Atlántico. Con Johnathan Camargo he tenido divergencias pero lo respeto como estudiante y persona y jamás me refiero de esa forma con un estudiante de la universidad así no sea de mi área.

Al pasquínero búsquenlo entre los que votaron por Neil Torres si realmente lo hicieron ya yo lo he denunciado penalmente, fue un furibundo opositor de Ana Sofía Mesa y se burlaba de quien ahora adula y muchos pasquines le sacó a quien otrora fuera vice rectora de investigaciones dicho por él y confirmado por ella. Acompaño como escudero a Rafael Castillo y se quiso tomar un veneno cuando fue destituido del encargo de rector hoy apoya  a la actual administración y eso que Taylor no conoció a este personaje de amplia distorsión social, con graves adhesiones y una enfermedad que está en su máximo grado. Es tan torpe que envió un pasquín desde el correo de su hija a un candidato a la rectoría como le consta a los que conocemos ese correo como los profesores Jaime Colpas y Cristóbal Arteta.

Finalmente, les recomiendo la lectura de la ética de la autenticidad que lo conocí gracias a un grupo de semiólogos venezolanos y chilenos que tenemos un grupo de discusión por skype.  El autor apunta hacia una gran convergencia de opiniones (que se remontan al período de la revolución industrial), que desde distintos ángulos apuntan hacia diversos patrones de decadencia en los valores morales del ser humano, y que han ido erosionando el tejido social.

En La Ética de la Autenticidad, el autor decide enfocarse en tres de los «malestares‟ del sistema económico-social. El primero de ellos se refiere al individualismo. Irónicamente, recalca el autor, este fenómeno, es considerado como uno de los grandes logros de la «modernidad‟. El segundo malestar se refiere al «desencanto con el mundo‟, la nueva forma de percibir el mundo y la misión del hombre en el mismo, que Taylor relaciona directamente con el surgimiento del razonamiento instrumental, El tercer mal ser refiere a la pérdida de libertad del ser humano.

 

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