El pasado lunes 17 de marzo, a las 2:00 p.m., la entrada principal de la sede norte de la universidad se convirtió en el epicentro de una manifestación sin precedentes. Sintradeua, junto a otras organizaciones sindicales, estudiantes y docentes, se congregó en un contundente plantón exigiendo que el liderazgo del actual rector no se detenga.
El ambiente estuvo cargado de determinación y esperanza. Pancartas en alto, consignas resonando en el aire y discursos apasionados marcaron la jornada. El mensaje fue claro y directo: la universidad ha alcanzado niveles históricos de posicionamiento académico y administrativo, y frenar este proceso sería un retroceso que la comunidad no está dispuesta a aceptar.
«Un Obstáculo Normativo que Debe Ser Modificado»
El motivo del plantón no fue solo expresar apoyo, sino exigir un cambio concreto. Actualmente, el Estatuto General de la universidad impide la reelección inmediata del rector, una limitación que deja de lado la meritocracia y el impacto de su gestión. Por ello, la comunidad exige al Superior Universitario la modificación del artículo correspondiente, permitiendo que el rector pueda continuar al frente de la institución sin interrupciones innecesarias.
La gestión actual ha sido sinónimo de avance y transformación, consolidando la universidad como un referente académico. Los logros son innegables:
✔️ Mayor reconocimiento y prestigio institucional.
✔️ Inversión en infraestructura y bienestar universitario.
✔️ Fortalecimiento de la investigación y la proyección social.
✔️ Un liderazgo cercano, transparente y con visión de futuro.
«Un Mensaje Claro para las Autoridades»
El plantón dejó en evidencia que la comunidad universitaria está unida en esta causa. No se trata de un capricho, sino de una necesidad institucional. La estabilidad y el crecimiento no pueden estar sujetos a trabas burocráticas cuando los resultados hablan por sí solos.
Desde Sintradeua y las demás organizaciones participantes, reafirmamos nuestro llamado al Superior Universitario: es momento de escuchar a la comunidad y tomar una decisión basada en el bienestar de la universidad.
El reloj avanza y el futuro de la institución está en juego. ¡La comunidad universitaria ya habló! Ahora, es el turno de las autoridades.
