Por: Jaime Ivan Borrero Samper.
La llama del deporte, la hermandad sindical y el espíritu de integración se encendieron una vez más en los IV Juegos Deportivos Nacionales de Fenasintrap, celebrados en la hermosa ciudad de Manizales y su municipio vecino Villa María. Durante cinco días, trabajadores y trabajadoras de diferentes rincones de Colombia se dieron cita para compartir, competir y reafirmar los lazos que hacen grande al sindicalismo.
Entre las delegaciones presentes, Sintradeua dejó una huella imborrable. Más allá de las preseas, lo que nos llevamos fue una experiencia cargada de camaradería, pasión, alegría y compromiso.
Un equipo con corazón y entrega
Nuestra participación estuvo marcada por la diversidad y la energía de cada uno de sus integrantes. Dayana, quien participó por primera vez, llenó con su magnetismo y alegría cada escenario en el que estuvo, irradiando entusiasmo y contagiando a todos con su sonrisa.
En el fútbol sala, el coraje se hizo presente. Gerson, a pesar de estar lesionado, se entregó al máximo defendiendo el arco, convirtiéndose en un ejemplo de valentía y sacrificio. A su lado, Dimitri, Joan Sebastián, Alberto Peláez, Guzmán Quintero y Cassiani aportaron talento, garra y unión para alcanzar un histórico subcampeonato, fruto también del asesoramiento y liderazgo técnico de Generoso Barrios, quien supo guiar con inteligencia y motivación a este excelente grupo.
El alma del equipo
Pero los juegos no solo se viven en la cancha. En los pasillos, las reuniones y los ratos libres surgieron las risas y las anécdotas que dan sabor a la experiencia. Personajes como Ever Ortega y José Brito se convirtieron en los encargados de la chispa y las ocurrencias, siempre dispuestos a arrancar una carcajada y a mantener viva la energía colectiva.
El compañerismo también brilló en cada gesto. Yomaira, con su apoyo constante; el profesor Consuegra, con su sabiduría; y Xiomara, con su calidez, fueron piezas claves para hacer de esta participación un viaje inolvidable.
Una ciudad que enamora
No podemos dejar de enaltecer la calidez de Villa María y Manizales. Sus calles, su gente amable, la hospitalidad de cada encuentro y ese clima frío pero acogedor hicieron de estos juegos una experiencia entrañable. Manizales nos recibió con los brazos abiertos y quedará para siempre en nuestra memoria como escenario de integración y amistad.
Organización impecable
La organización de Fenasintrap merece un reconocimiento especial. Con empeño, disciplina y visión, sus directivos lograron que estos juegos fueran un verdadero éxito, ratificando que este evento es ya una tradición que une a los trabajadores del país bajo los valores del deporte, la camaradería y la solidaridad sindical.
Una experiencia que nos une
Cada integrante de nuestra delegación fue protagonista. Todos y cada uno, con su esfuerzo, disciplina y alegría, hicieron de la participación de Sintradeua en estos juegos una gran y fabulosa experiencia colectiva.
Hoy regresamos con la frente en alto, con nuevos lazos de amistad y con el compromiso de seguir preparándonos para los próximos juegos, que, si Dios lo permite, tendrán como sede la ciudad de Bucaramanga.
Porque más allá de los triunfos deportivos, lo que se vivió en Manizales fue la confirmación de que cuando el deporte, la unidad y el sindicalismo se encuentran, lo que nace es una verdadera fiesta de hermandad.
✨ Sintradeua: unidos en la cancha, fuertes en la vida, firmes en la lucha sindical.
