POR GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO
VIDA Y MUERTE
Una media noche de julio
Murió mi madre
Ma. Caamaño
-Se llama?
Se llamaba esa mujer
Que me acompañó
-acompaña-
Durante mis 63 octubres.
Vine de ella
Y
Estoy en ella.
Su nombre
su figura
Esta conmigo,
Son mi A.D.N.
Yo amo a esa mujer,
Que fue,
-que es-
Mi madre,
Mi compañera,
Mi amiga,
Mi cómplice,
Mi consejera,
Mi cuidadora,
Mi sombra.
Ella,
Ante mi,
No tiene tiempo.
Siempre mi presente.
Por eso
Ahora que se fue,
siento su ausencia,
Como una lagrima
caliente,
Que me despierta
y me permite caminar
Con el orgullo
-Solo mio-
De ser el hijo (mayor)
de ella,
De Ma. Caamaño,
La que me acompaña,
La que me ama,
Como madre
eterna,
La que me regaña.
Solo lamento
No poder abrazarla,
Pero me habla,
camina conmigo
-es mi sombra,
es mi sonrisa-
Como digo yo Adiós
A esa mujer que me
parió.
A esa mujer que me consoló,
A esa mujer que me cuido,
Como una joya,
Como a su hijo mayor?
Nunca podre decir
Adiós
A esa mujer amada,
Ni a la vida vivida,
Ni a la muerte
traicionada.
Porque siempre
Mi madre me acompaña,
Aunque ella
-eterna-
Una media noche de
julio,
Me dijo Adiós!
Soy tu hijo
Ma. Caamaño,
Siempre viva
en mi A.D. N.
y
Esa lagrima caliente
Que herede,
Tu voz,
Tu corazón.
Amen.
Descansa mujer.