COLUMNA DE OPINÓN
Por JAIRO SOTO MOLINA
Doctor en Ciencias Humanas
Mencion Enseñanza Intercultural del Ingles
Docente Titular 1279 (80)
Allí existen académicos al más alto nivel que bien podrían ocupar cargos de altísima dignidad para que ejerza un liderazgo efectivo. Entre las acciones inherentes a un líder están las de planear, motivar, comunicar y por supuesto liderar. Debe desarrollar actitudes de empatía, ser congruente y vocación de servicio. El líder debe enfocarse en los paradigmas del cambio Como la educación en la vida. Los cambios se dan por amor o temor. Por ello, el docente debe ejercer un liderazgo empático.
En este sentido, el destacado psicoterapeuta Rogers (1987) explica que la empatía “significa entrar en el mundo privado de la percepción de la otra persona y sentirse completamente a gusto” (8), dejando de lado las opiniones y valores propios para entrar en un mundo carente de prejuicios. Otra cualidad del líder empático es ser proactivo, tiene como señas de identidad el que siempre cumplen sus promesas, que reconocen tanto sus defectos como sus virtudes, se sienten bien consigo mismos y hacen sentir también bien a los demás, respetan al resto y siempre acaban consiguiendo sus metas. (Soto, J. 2014: 196) Quienes tengan una actitud de autoevaluación y autocrítica que permita regular la calidad de la educación como funcionarios de una universidad, con competencias que al ejercerlas transformen la institución. A mi modo de ver y conociendo la Universidad del Atlántico como la conozco me voy a permitir dar nombres facultad por facultad de los docentes que pueden ser incluso rectorables en su mayoría comienzo por
DERECHO: José Francisco Martínez, Jorge Restrepo Pimiento, Marcos Rojas Rovira, Hugo Castilla, Cecilia Giovanetti.
BELLAS ARTES: William Jattib, Álvaro Martes, Fernando Reyna, Salwa Amastha, Argemiro Arteaga.
INGENIERIAS: Oscar Illera Arnaldo Martínez, Jorge Luis Duarte, Luis López, Christian Pedroza, Luis López, Javier Roldán
CIENCIAS BÁSICAS: Ricardo Cárdenas, Jairo Plazas, Alejandro Urieles, Boris Lora, Melissa Eyes, Farah CañaveraNeil Torres, Antonio Martínez.
CIENCIAS HUMANAS: Abraham Sir, Ariel Castillo, Eduardo Bermúdez, Álvaro García, Luz Marina Torres, Iván Valencia, Dalil miranda, Rafaela Vos.
CIENCIAS ECONÓMICAS: Víctor Márceles, Jaime Barros, Ignacio Barrios, William Niebles, Félix Álvarez, Arnulfo Montenegro
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN: Wilson Arocca, José Lobo, Claudia Balocco, Keiby Caro.
ARQUITECTURA: Alfredo otero, Yilmar Urueta
QUÍMICA Y FARMACIA: Carmiña Vargas, José Francisco Castro
NUTRICIÓN: Liliana Morales.
Estoy seguro de que si se nombra a estos docentes en cualquier cargo de dignidad lo haría con lujos de detalles para rescatar la reputación de la institución. Todos ellos tienen suficiencia ética, moral e idoneidad, esta última encierra señales de identidad en lo institucional.
La actual rectora debe establecer linderos con el fantasma Prasca. Aquel señor, sebe estar segura señora rectora, que no regresa y pensar que ya él dejó de ser su jefe. Pertenece a un pasado oscuro de la Alma Mater. Debe tomar sus propias decisiones que conduzcan a la institución a ganarse el prestigio que aún tiene. El prestigio lo perdió otro que tal vez nunca tuvo. El señor Prasca nunca nos representó al menos a los académicos. Se debe entender que la relación clientelar que siempre ha existido entre el poder interno Universitario y los centros de poder interno, sin lugar a dudas, es uno de los grandes motores de la corrupción estatal local. Distinto es las relaciones políticas que son necesarias como una representación social que apoye las decisiones internas pero que no se debe entregar a la Universidad del atlántico a un proyecto de poder ni siquiera político. Cómo se explica los chorros de plata que se quedan en manos de los gamonales políticos de siempre. Unos 50 billones de pesos que se utilizaron en OPS que deberían ser invertidos en cosas como el desarrollo de proyectos para fortalecer la funciones misionales de la Universidad del Atlántico, la salud, la infraestructura, o la vivienda, van a parar a los bolsillos de tipos como que les han dado cupos de contratos y que los manejan como los Ñoños o Besailes. Hablo también de la otra cara de la moneda: la de la desfachatez y el oportunismo político de aquellos que ya se acercan con una sonrisa grandota y han tejido en sus dedos como agujas la debacle institucional. Recuerdo a ese vicerrector que mencioné en el escrito anterior tener el descaro de decir que en la administración de la señora Ana Sofía Mesa se había desmembrado y desarticulado la estructura académico administrativa no permitiendo que la academia y la administración la uniera un puente cuando el cambió la normatividad. Creo que la anterior estaba mucho mejor y ninguna estuvo al alcance de la Ley 30.
La universidad aún está antes de esta ley su legislación educativa responde al Decreto 80 de 1980. Estamos atrasados 39 años. La actual rectora debería declarar ante el consejo académico a la Universidad del Atlántico como objeto de estudio del derecho y las ciencias Jurídicas para que los estudiantes de esa Facultad de Derecho realicen tesis orientadas a renovar la existente legislación educativa a su interior.
La universidad necesita construir Un Plan desarrollo decenal 2020-2030 donde cada institución establece sus horizontes institucionales y misionales que apunte al desarrollo planeado de su quehacer respondiendo a las necesidades del medio y a las tendencias contemporáneas de la educación superior.
Un plan de desarrollo es una herramienta de gestión que promueve el desarrollo social en las IES. De esta manera, sienta las bases para atender las necesidades insatisfechas de la de la comunidad educativa y para mejorar la calidad de la educación y el bienestar de todos los estamentos que en ella participan.
El Plan de Desarrollo tiene como objetivo marcar los lineamientos para el crecimiento y mejoramiento se la institución y determina los procesos que se deben llevar a cabo para cumplir con estas metas. Es lo que viabiliza la visión de la institución.