Por Gaspar Hernandez Caamaño
Al cadáver de un niño le extraen los ojos sin permiso familiar, una bebe indígena muere de tos ferina, los padres victimizan a niños y niñas de 0 a 4 años, miles de niños están siendo ofrecidos en adopción y el 4% de la población infantil sufre de enfermedades mentales, mientras el 40% de la misma padece situaciones como: lenguaje anormal, asustarse o ponerse nervioso sin razón, cefaleas frecuentes, jugar poco con niños, convulsiones y caídas
sin causas. Todos esos datos los han publicados los diarios del país y describen el panorama de nuestra niñez.
Y los periódicos no se interesan por los dramas de la niñez en juzgados y comisarias de familia. Y si esas historias de horror se contaran, con la misma intensidad como la muerte de una mujer que murió por tener más abultados los glúteos, es posible que el drama disminuyera, pero la ley prohíbe identificar a niños y niñas victimas o victimarios, por eso son historias ocultas que invisibilizan ante la sociedad la terrible situación de la niñez en todos los estratos de la sociedad colombiana.
Las gran mayoría de victimizadores de niños, niñas y adolescentes son los padres dizque de familia. Pero ni la familia, ni la sociedad(escuela), ni el Estado diseñan y edifican una política pública de prevenir el maltrato y la violencia contra la niñez y castigar severamente contra quien atenta contra sus derechos prevalentes. Por ello no tema decir que en Colombia nuestra niñez no es amada. Que nuestros niños crecen, en gran medida, sin amor.
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