¿Mujeres al poder?

De los 152 jefes de Estado del mundo, sólo nueve son mujeres (el 5,9%) y aunque en Colombia el 55% de la población son mujeres, su representación política no supera el 20%.

¿Mujeres al poder?

Michelle Bachelet fue elegida presidenta de Chile por segunda vez.
 

A pesar de que el debate público sobre la equidad de género es cada vez más común y en sociedades como la occidental las mujeres han venido ganando espacios de representación, el liderazgo y la participación política de las mujeres en el mundo continúan en peligro.

Naciones Unidas advierte que las mujeres tienen poca representación, no sólo como votantes, también en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, la administración pública, el sector privado o el mundo académico. Una realidad que va en completa contravía de la innegable capacidad que tienen como líderes y agentes de cambio y su claro derecho a participar de los procesos democráticos.

Sin embargo, al 1º de enero de este año, la ONU estimó que sólo un 22% de los parlamentarios del mundo eran mujeres, lo que significa que la participación política de las mujeres ha aumentado muy lentamente desde 1995, cuando se situaba en 11,3%.

 Sólo en Rwanda las mujeres ocupan el 63,8% de los cupos parlamentarios, una cifra sin precedentes que consiguió ubicar ese país como el único del mundo con un parlamento mayoritariamente femenino. Andorra lo sigue con una cifra del 50% de mujeres en su parlamento.

Pero un dato sigue revelando la inequidad: de los 152 jefes y jefas de Estado que hay en el mundo, solamente nueve son mujeres, un 5,9%. Y si hablamos de jefas de Gobierno, son 16 de un total de 193: un 8,3%.

Cuatro de estas mujeres gobernantes se encuentran en Latinoamérica: Laura Chinchilla (Costa Rica), Dilma Rousseff (Brasil), Cristina Fernández (Argentina) y Michelle Bachelet (Chile) gobiernan en conjunto el 44% de la población de la región: 263,5 millones de habitantes.

“Las mujeres se enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida política. Las barreras estructurales creadas por leyes e instituciones discriminatorias siguen limitando las opciones que tienen las mujeres para votar o presentarse a elecciones. Las brechas relativas a las capacidades implican que las mujeres tienen menor probabilidad que los hombres de contar con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces”, ha advertido la ONU.

En Colombia, a pesar de que desde el año 2000 se exige que el 30% de los cargos públicos deben ser ocupados por las mujeres, sólo desde 2011 se ha hecho efectiva esta norma, y aunque ha sido reconocida por la Misión de Observación Electoral como una estrategia apropiada para que las mujeres ganen espacios, entidades como la Registraduría Nacional han reconocido que las mujeres, que además representan la mayoría de la población colombiana, continúan escasamente representadas en el sector político.

Aunque existen mujeres preparadas para asumir liderazgos políticos, estudios realizados por la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Javeriana han demostrado que en muchas ocasiones las mujeres son utilizadas como estrategia política para ganar votos o como “relleno en las listas de candidatos, y no se les miran sus calidades profesionales para darles la oportunidad de surgir y mostrar su potencial en ese sector”.

 
 

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.