POR GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO
CUAL ES MEJOR: EL AMOR DE MADRE O EL DEL HIJO A SU MADRE?
Leyendo a Aristóteles aprendí que una manera elemental de medir la inteligencia humana es saber distinguir entre las semejanzas y diferencias entre las cosas y las conductas. Hay personas que siempre ven lo bueno y descubren, con facilidad, semejanzas y diferencias, a ellas los otros les llaman inteligentes. Y otras que solo ven lo malo, son esas que llamamos, en la esquina, «Las Criticonas», las lenguas mochas del barrio, a ellas nadie las califica como inteligentes, es más le recuerdan la progenitura. Pobre mamá!.
Y bien se me despertó esa imagen pensando que cuál de los amores, de madre al hijo o del hijo a la madre, es mejor. Si la respuesta se la dejamos a las criticonas in ambages dirán a grito: Nojoda el de las madres. Y remataran: ellas son las que paren. Tienen razón. Pero cómo es ese amor de los hijos hacia esa mujer que lo parió?. Esa mujer se llama MADRE. Y no todas las mujeres lo llegan hacer, paran o no. Hay algunas que botan a la basura a recién parido o echan de la casa «al Bron Brill». Me explico?
No crean que voy a negar esa respuesta. Solo agregare que ese amor, el de La Madre, nace desde antes de parir y de conocer al hijo o hija. Nace sin conocerlo, solo de sentirlo, como dicen Ellas, en «mis entrañas». Mientras que el del hijo hacia la madre no arranca instantáneamente desde el nacimiento, pues los seres humanos nacemos ciegos, sordos y mudos (oh Shakira: barranquillera ella y en cicla, bella!).
Entonces el hijo necesita conocer a su madre para llegar amarla como a ninguna otra. EL HIJO ES EL AMOR DE SU MADRE. SIN EL NO HAY HIJO. SOLO VASTAGO.(?). Aclaro no estoy hablando de las mamacitas, esa es otra cosa más peluda todavía. El amor del hijo nace del cuidado, por eso muchos queremos también, como a una madre, a las abuelas. Tanto que con solo recordarlas nos salvan de morir ahogados en los arroyos de Killa, la buena gente. Notan la diferencia. Comparten las semejanzas. Es que una madre es el amor…de uno. Su ausencia una pérdida perenne. Siempre nos faltara su abrazo. Su palabra. A la madre nada le falta porque La Madre lo ha dado todo al hijo de sus entrañas. Nojoda las criticonas tienen la razón. Amen.