MEJOR HABLAR DE AMOR

POR GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO

AMAR A MI YO

La frase bíblica, con un mundo de interpretación por delante y por detrás, literalmente es: «AMA A TU PRÓJIMO, COMO A TI MISMO». Y en ella antes que el Yo, está el Otro. Puro socialismo. Expresión fácil de un amor comunista. La condición sine qua non para amarse a sí mismo y amar con la misma dimensión a los demás. Puro cristianismo. Cristo dio su vida para redimir al mundo. Amó al otro más que a sí. Kant lo dijo en su imperativo categórico: «trata a la humanidad siempre como quieres  te traten a ti».

Tanto el deseo bíblico como la recomendación kantiana están involucrados en el cuerpo doctrinal y en el espíritu político de nuestra Constitución Política, concebida desde el respeto de la dignidad humana y servicio a la comunidad. Por ello en la Colombia como Estado Social de Derecho es muy difícil practicar el amor a si mismo antes y siempre que el amor a lo demás, pues unos de los principios medulares de la Carta del 91 son la solidaridad y la prevalencia del interés general. Hay alguna duda al respecto?

Entonces cómo amarse primero así mismo, como dice la luna:»amar mi yo», y después a los demás? Creo que es cuestión de tiempo. Y de mucha paciencia y sabiduría. A los 20 quién no es comunista, hasta Julio Mario Santodomingo lo fue y el poeta Luis Vidales lo canto: «quien a los 20s no es comunista no tiene corazón». Después llegan los hijos, la familia, y el amor se torna filial. Solo amamos lo que necesitamos. Lo que nos obliga a vivir responsablemente.  Y el yo cuándo?

Cuando llegamos a los 60s, la época del jubileo, somos conscientes que no vamos a cambiar al mundo, a menos que seamos «Tiro fijo» o Fidel, el comandante. Y entonces despierta la primavera. No necesitamos de otros, obvio si estamos sanos. Si caminamos y cotizamos una prepago, perdón una prepagada. Y sólo nos amamos a nosotros mismos. A mi yo. Mentira también a los nietos. 

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