LA UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO REQUIERE DE UN PRESENTE Y UN FUTURO EN TIEMPOS DE ESPERANZAS

COLUMNA DE OPINIÓN

POR JAIRO SOTO MOLINA

“Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con qué pasará, otras hacen que suceda.»

Por fin el Consejo Superior tomó una decisión acertada, siempre consideré que debía suceder al rector suspendido uno de sus vice-rectores y que bien que haya sido una dama en dos días posteriores a la celebración del día de la mujer. Como hombre formado en un hogar de predominancia femenina puedo afirmar categóricamente que la mujer no es trasgresora como son en la mayoría los que pertenecemos al género masculino. La mujer es mucho más pulcra en sus actos y mucho más si tiene una educación avanzada como es el caso de la Dra. Luz María Stevenson, quien ha aceptado colaborar con la institución para sacarla de un estado de ingobernabilidad.

Comparto con un denominado el Colectivo docente de base su escrito en lo referente a su título: “POR UNA TRANSICIÓN SIN DEMONIOS” y cuando se usa semejante metáfora se debe significar a toda clase de demonios, sobre todo a aquellos que quieren pescar en río revuelto tratando de prolongar una toma que no tiene sentido porque el rector suspendido ya no estará y es muy improbable su retorno, ya ese señor pertenece al pasado y le ha hecho un daño irreparable a la institución. Por ello se le debe dar la oportunidad a la Dr. Stevenson para que construya con la comunidad académica el presente institucional y visione el nuevo futuro por el cual debe transitar la Alma Mater.

La designación de la Dra Luz María Stevenson debe llenarnos de esperanzas y no de desesperanzas quienes tengan estos últimos sentimientos es porque quieren sacar provecho de la situación de ingobernabilidad y la quieren extender para negociar cargos y chantajear a la administración con un laisser faire una práctica caracterizada por una abstención de dirección o interferencia a ella especialmente para provocar brechas de compromiso que conducen a un punto de retorno de las acciones para un beneficio particular o de un grupo determinado. Los distintos sectores tanto al interior como al exterior de la Universidad deben comprometerse con los acuerdos que la comunidad académica a señalado.

El grave problema de la Universidad del Atlántico es la tremenda polarización de sus fuerzas al interior y que cada uno de estos reductos se creen los dueños de ella. Se debe levantar la toma bajo la única condición de gobernabilidad con transparencia. La importancia de la transparencia como una política pública que relacione a la dirección de la universidad con la comunidad académica, con objeto de que el ejercicio del poder sea democrático para que así contribuya a la eficaz gobernabilidad de la institución antes los retos de la contemporaneidad, la cual exige para su conservación y desarrollo, que las instituciones asuman un rol responsable, con el fin de garantizar que el acceso, la apertura y la visibilidad, sean los atributos de una vida universitaria consistente y productiva, considerando desde luego, la importancia de que el derecho a la información se consolide en favor de los docentes, estudiantes y trabajadores, los cuales son el centro del quehacer político, el cual debe orientarse a garantizar prácticas de certidumbre que favorezcan con plenitud, la existencia de un ambiente que responda a la premisa de una dirección universitaria abierta y deliberativo, haciendo públicos los actos administrativos con el propósito de que la comunidad puede conocer los buenos actos de gobierno que se deben dar al interior de las universidades como centros del saber que ilumina a la región y la conduce a nuevas prácticas sociales que determinen su desarrollo. Parodiando a un programa de televisión y al lema de un radio periodista que dirigió acertadamente el Consejo superior: Dejémonos de vainas si? La Universidad del Atlántico necesita seriedad.

 

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