Échenle la culpa a la Vaca: Uniatlántico convertida en unipensionados

POR JAIRO SOTO MOLINA

Echarle la culpa de tus errores a tu naturaleza no cambia la naturaleza de tus errores: Thomas Harris

Muy bien decía el croata Czeslaw Milosz, premio Nobel de literatura y autor de «Canción sobre el fin del mundo»,: “No es mi culpa que así estemos constituidos: la mitad de contemplación desinteresada y la mitad de apetito”. Cualquier parecido con Uniatlántico es mera coincidencia. Yo creo que hay que leer este libro “La culpa es de la vaca” para reflexionar que nosotros todos somos parte del problema.

La ministra Gina Parody al solicitar ayuda a la Universidad del Norte a través de su rector, para colaborarle a la Universidad del Atlántico para que fuera referencia de calidad para ésta. Semejante solicitud puede comprenderse de dos maneras: 1. Está pidiendo pista para llevar a Ferro Bayona como rector de Uniatlántico y se jubile allí, en ese jubiladero administrativo, y 2. Está pensando seriamente en intervenir a la Universidad del Atlántico. La ministra está escogiendo un referente no valido si piensa lo uno o lo otro. Referentes validos serían la Universidad Nacional, la de Antioquia o la del Valle. El señor Ferro Bayona a quien admiro por su producción, liderazgo y alta formación no está relacionado con el sector público y sería montarlo en un toro mecánico que lo derribaría a los pocos días.
La universidad del Atlántico debe ser dirigida sino por un docente de sus entrañas de alta formación, por un académico costeño de excelsas calidades académicas e investigativas. Decir lo dicho es como escupir para arriba y no apartarse. Gina Parody tiene una representante suya en el consejo superior y ese voto si es que pesa, pero miren las decisiones que toma ese Consejo y como ha votado su representada. La ministra arma acuerdos para sacar y meter rectores y con esa misma velocidad arma desacuerdos, parece ser este uno más.
La realidad es que hemos perdido liderazgo en la región la Universidad del Atlántico llegó a ser la 4 a nivel nacional y hoy es la numero 52 en un tercer nivel, de pregrado, ni siquiera de maestría. Dura realidad. Lo que si coincido es que el discurso de la señora Gina Parody, es un discurso tartufo. Pero esto sucede porque los gobernadores no le aportan a la Universidad del Atlántico, ni los gremios, al contrario, se benefician de la contratación allí. Es más la gobernación tiene una deuda millonaria al Alma Mater que no se vislumbra formas de pago.
La Universidad del Atlántico no tiene calidad en sus programas debido al manejo politiquero que se hace desde el consejo superior y por escoger rectores con poca hoja de vida y Decanos que no son representativos en sus áreas del conocimiento. Esto no es un insulto, es una dura y cruel realidad. Esto se refleja en los concursos amañados en la persecución al docente que es crítico, a la poca identidad institucional de los docentes que allí laboran a la falta de un modelo de dirección y de gestión en fin… La actual rectora es una mujer con hoja de vida y recorrido académico pero le dan la oportunidad ad portas de su jubilación y a través de un encargo. Los cargos de dirección son unos «jubiladeros» Hay decanos que ni hablan rebuznan.
A la Universidad le entra buena plata pero esta no es administrada como un Centro de estudios superiores sino como una bolsa de empleo cada miembro del superior envía aspirantes con hojas de vida y estos rectores encargados para que les dure su encargo los complacen. La figura de rector encargado es la que ha llevado a la Universidad al despeñadero. Hay funcionarios que se mimetizan de una administración a otra y otros que los votan regresan con el cambio de rector. Allí vale más un lambón que un Doctor con producción. No se le da valor al mérito, por ejemplo, el actual jefe de informática José Camacho, perdió un concurso de Mérito con Mauricio Vengoechea y en la administración anterior sacaron al que ganó el concurso y aún está nombrado el que lo perdió, lo lógico es que hubieran reintegrado al ganador por méritos y no fue así y como esa hay cien perlas más.
La solución es cambiar el sistema de gobierno de las universidades públicas. Un principio básico del enfoque sistémico es el reconocimiento que el comportamiento humano es modelado por la estructura del sistema al que pertenece el individuo y por la posición que ocupa en ese sistema. Cuando la estructura del sistema cambia, puede expresarse que también cambia el comportamiento individual.

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