Por Gaspar Hernández Caamaño.
Nada bueno existe en la vida que no sea amado. Por eso es tan importante el amor y por eso es tan caro darlo o recibirlo. Por otra parte, por eso es tan complejo definirlo, pues como palabra el amor ha sido, en la cultura occidental moderna, reducido a sexo consentido entre humanos. De ahi que sea tan dificil entender que se puede amar a alguien, varón o hembra, con quien no se ha horizontalizado ningún instante la vida zoológica que cargamos inconscientemente los humanos.
La amistad es la relación esencial para la vida política de toda sociedad. Y el amor es la garantía para construir Familia, Estado y Sociedad. así las cosas los humanos no podemos vivir, decentemente, si no somos amigos. Y lo peor, si no amamos a nuestros amigos y a nuestras amigas. Lo que ocurre es que para vivir felices no necesitamos, como anhelaba Roberto Carlos, tener un millón de amigos.
El amor entonces permite la amistad, cuando esta no es calculada o interesada como la amistad que pregonan nuestros políticos electorales que para ganar representación en los cuerpos democráticos han corrompido la amistad comprándola con prebendas y pesos en efectivos para así conseguir sus curules. Esos políticos ni aman la amistad y mucho menos aman la política como la necesidad social por excelencia.
así las cosas no temamos decir que amamos a nuestras amigas y amigos cuyos problemas o felicidades nos transnochan. La amistad es tan vital humanamente que el amor no existe sin ella. Son como Derechos y Garantias. Y si esta pensando mamiferamente acostarse con sus amistades amelas sinceramente y podra decir, luego del viaje hormonal, que conoce el cielo y a Martes. Solo se respeta lo que se ama.
