POR GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO
TE EXTRAÑO
No te veo
desde aquella noche
en que anunciaron la muerte
de María Caamaño.
Esa noche
y
esa compañía
no las podre olvidar
en mi vida.
Así pase el tiempo,
no podre olvidar esa noche,
Congelada en mi memoria.
La muerte me llego en tu compañía,
y a ella, la muerte,
no le importa ser
imprudente.
Nadie la llamo esa noche,
y llego con su suerte,
congelando aquella noche,
en mi memoria.
No podre olvidarte,
aunque te vayas de mi vida,
como el agua entre los dedos,
sin querer y huyendo.
No te veo desde aquella noche,
se que trabajas mucho, mucho,
pero no te veo.
Te volviste invisible,
no te interesa caminar a mi lado
y buscar las estrella.
Me hice viejo a tu lado,
me quede congelado aquella noche,
en que me anunciaron la muerte de María Caamaño.
desde entonces no te veo.
Te llenaste de miedo y de trabajo,
te volviste pena y no
atrevimiento.
Eres una sombra
y no tormento.
eres viento,
eres aquella noche
congelada en mi memoria.
Ya se que es la muerte,
es ausencia,
es una lagrima suelta,
un suspiro imprudente.
Se que es una mujer
desnuda e inerte,
fría,
complaciente.
La muerte es una compañía
que no se anuncia y esta presente.
la muerte
es una noche e
s un recuerdo.
Yo ya se que es
la muerte.