Marzo 3/21 Comité de Asignación y Reconocimiento de Puntaje de Uniatlántico habría beneficiado con puntos salariales a docentes que publicaron en revistas depredadoras.
Por ello, la Fiscalía, en Barranquilla, investiga un posible delito de peculado por apropiación de comprobarse que hubo dolo en la asignación que el Comité realizó en favor de algunos profesores, con lo que estos incrementarían significativamente su salario, de por vida, de conformidad con el Decreto 1279, de 2002, que establece el régimen salarial y prestacional de los docentes de las universidades estatales.
Según información del portal corrupcionaldia.com, a la Universidad llegó un requerimiento de la Policía Judicial en el que solicita una inspección general de los archivos del Comité Interno de Asignación y Reconocimiento de Puntaje CIARP para de recabar información certificada de toda la documentación relacionada con la asignación de puntos salariales respecto de los docentes Milton Coba Salcedo y Guillermo Valencia, para las vigencias 2018, 2019 y 2020.
Todo inició con unas denuncias que sugieren que el CIARP dio puntos por artículos académicos en revistas internacionales depredadoras (publicaciones que simulan ser de investigación científica y cobran a los autores por aparecer allí), y llamaron la atención de casos de, por ejemplo, un profesor que aparece hasta con 40 artículos de investigación al año.
El requerimiento judicial se dio lugo que la Secretaría General de la Universidad del Atlántico, no respondiera una solicitud previa de información por parte de la Fiscalía.
Según el decreto 1279, según la naturaleza de las publicaciones científicas cada artículo recibe un determinado número de puntos, que va entre 3 y 15.
Para el año 2.020, por cada punto que un profesor obtuviera por productividad científica ganaría un aumento de $14.938 en su salario de por vida.
Según corrupcionaldia.com, “en los últimos informes del CIARP vemos cosas curiosas dignas de una investigación exhaustiva, en donde un profesor recibió en dos meses o menos 260 puntos salariales, o sea que produjo 2 artículos por mes tipo A1 o A2. Si multiplicamos 260 por $14.938, tenemos $3.883.880, cantidad que le subirá el sueldo, sus primas, pensión etc…”.
Las “publicaciones depredadoras” son aquellas que, en el entorno del movimiento social de Acceso Abierto (Open Access), surgen como una forma de contribución a la difusión pública de los escritos de los investigadores. En este entorno, como publicar representa pagar por ello y someterse a evaluaciones, ha hecho carrera que ahora es el autor quien asume los gastos de publicación para evitar que estos sean traspasados a los lectores, y allí es donde algunas editoriales y editores inescrupulosos se aprovecharon de este formato para lucrar con el modelo, obteniendo beneficios económicos sin cumplir con los requisitos de calidad de las publicaciones científicas .
Este es un tema que ameritaría una comisión de análisis riguroso, con participación del SUE, del Viceministerio de Educación Superior, Minciencias y hasta Minhacienda, en virtud del impacto fiscal que representa para el país.
El Observatorio de la Universidad Colombiana había informado, hace pocos días, cómo una situación similar se presentó en la Universidad Surcolombiana, de Neiva y, al parecer, la problemática se extiende a más universidades públicas.
